NAUCALPAN.- Realmente resulta inusitado en estos momentos, que salgan numerosas deudas heredadas del gobierno de Olvera, al alcalde Víctor Gálvez Astorga.
Es alarmante y por lo que se pudiera esperar, de otros pasivos que tendrá que solventar el actual munícipe, de un total ejercicio fiscal sumamente irresponsable de Olvera y compañía.
La verdad que es vulgar, que dos años después, aquellas obras tan promocionadas, y capitalizadas electoralmente para la zona residencial, como “Los Parques Lineales Las Marinas y Luis Barragán”, se deban.
Asimismo y también lo son, las obras de recuperación urbana, de esa infraestructura vial, del Boulevar Luis Donaldo Colosio, trabajos todos ellos realizados y puestos en operación en 2016.
De ello, saltan una y numerosas dudas, de un débito de más de 25 millones de pesos, que se supone ya fueron presupuestados y ejercidos e incluso, tasados y ratificados en el cálculo anual de egresos.
Los reclamos del pago, ahora son insistentes de parte de la empresa, Constructora, Alianza del Centro S.A. de C.V., y que pone “la daga al cuello” al ex alcalde, Edgar Olvera Higuera.
De igual manera, a todos y cada uno de los responsables de este presunto desvío de recursos públicos y/o hasta peculado, en el cual estarían incurriendo.
En ese sentido, y a la parte que le correspondería al ayuntamiento, al ser observados por el Órgano Superior de Fiscalización del estado de México (Osfem), y ante todo, resarcir los daños.
Es decir, pagar o regresar el dinero que sería lo quizá posiblemente más sencillo, pero ese no es el tema, el asunto es que el recurso público según, habría sido precisamente ejercido.
A lo anterior, la incógnita, ¿en dónde quedó ese dinero, en que se ocupó, quién se lo gastó, en qué lo invirtieron?, cuando el circulante estaba etiquetado para esas obras y que el cabildo autorizó.
En serio que lo de menos es liquidar el adeudo, si es que hay capital disponible, aquí existe delito y si no es que hasta responsabilidad judicial, hasta no aclarar el destino de los dineros.
La inferencia, el resumen de todo este complicado problema, y previamente, llamar a cuentas al ex alcalde, hoy diputado local electo, Edgar Olvera y a su tesorero, Iván Arturo Rodríguez Rivera.
Pero también, la valentía de los miembros del cabildo, para haber quién de todos, tiene “los tamaños”, para la denuncia penal y deslindarse de responsabilidades, antes de concederle el fuero.
Los tiempos se agotan, el proceso de credencialización a diputados locales electos en el congreso del Edomex está por iniciar, y es procedente en un acto de legalidad, actuar en consecuencia para no ser todos-cómplices de la desviación de recursos públicos o peculado.
Por Mario Ruiz Hernández.
