ATIZAPÁN.- Durante la madrugada, la empresa Cicsa taló 25 árboles del poblado de San Mateo Tecoloapan, donde el Gobierno de Atizapán pretende construir el distribuidor vial Lomas de la Hacienda-San Mateo Tecoloapan, para presuntamente mejorar la movilidad en la zona norte de este municipio.
De acuerdo con los vecinos, los trabajos iniciaron en la madrugada de este lunes, en pleno puente vacacional y con el apoyo de maquinaria que derribó especies de más de 25 años de antigüedad, lo cual ocurre luego de que el gobierno municipal, a través de la Dirección de Medio Ambiente, anunciara que mañana iniciará con la reforestación de cerca de 290 árboles en un parque público de la colonia El Campanario, como parte de las obras de mitigación que establece la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la obra, realizada por la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México.
Tras la tala de los árboles, vecinos del poblado de San Mateo Tecoloapan y del fraccionamiento Lomas de la Hacienda se manifestaron en la zona aledaña a la obra, para exigir a las autoridades locales que detengan los trabajos de construcción hasta que no se cuente con el Dictamen de Impacto y Daño Social que, si bien no es obligatorio, les permitiría a los colonos conocer las implicaciones sociales que tendría el puente en cuanto a cómo mejorará el nivel de los servicios públicos y la sustentabilidad en la región.
Asimismo, consideraron indispensable la realización de la consulta pública de la obra, como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a fin de que los pobladores de San Mateo Tecoloapan decidan si quieren o no que se edifique este distribuidor vial en la región, pues al no considerarse una obra de interés público, ya que los propios vecinos se oponen al proyecto vial, el gobierno local estaba obligado a efectuarla incluso antes de los trabajos, los cuales iniciaron hace poco más de un mes.
Los afectados mencionaron que la exigencia de que no se construya la obra se mantiene vigente, debido a que el proyecto vehicular va contra toda norma en materia de movilidad y medioambiental existente, como es el acuerdo de la Agenda 2030, ya que, por un lado, termina con la vida de árboles que tienen más de 25 años de vida, y por el otro, no desincentiva el uso del automóvil.
Un gesto de buena voluntad de la alcaldesa Ruth Olvera sería el dar certeza para cumplir y esclarecer estas solicitudes y, con ello, demostrar que su interés es escuchar a la ciudadanía, promover la participación y democracia ciudadana, además de buscar el bien común y tener un gobierno ciudadano, en donde el respeto a los derechos humanos y los desacuerdos, no sean motivo de ingobernabilidad”, manifestaron los inconformes.
El pasado miércoles, el Gobierno de Atizapán informó que, a pesar de que la MIA establece que sería necesario el derribo de 28 árboles, se determinó que solo sería necesario el retiro de 25, mientras que otros tres serían trasplantados y dos más podados.
Vía Hoy Estado.