Giselle tenía 11 años cuando la asesinaron en Chimalhuacán; un año después hubo justicia

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CHIMALHUACÁN.- El 19 de enero Giselle salió de su casa rumbo a un café internet para contactar a su madre, esa fue la última vez que vieron a la niña con vida.

Giselle Garrido Cruz vivía en Chimalhuacán, Estado de México, tenía 11 años, le gustaba el fútbol y era muy apegada a su papá. Le gustaba viajar con él mientras este manejaba una unidad de transporte público.

El 19 de enero la menor desapareció, durante 9 días sus padres y familiares la buscaron desesperadamente, ya que las autoridades no colaboraban.

Incluso cuando pidieron los vídeos de vigilancia de la zona les dijeron que no las cámaras no servían.

El 21 de enero realizó una marcha, la madre de Giselle pedía: “Entréguenmela, yo no voy hacer nada, si saben mi domicilio o de donde la tomaron, por favor regrésenmela, lo único que quiero es que mi hija este conmigo, por favor hagan una movilización, búsquenme a mi hija por favor, si se puede tocar casa por casa, si hay la posibilidad”.

Lamentablemente el 27 de enero la Fiscalía del Estado de México notificó a la familia que habían hallado el cuerpo de Giselle e Ixtapaluca.

Los restos de la niña fueron velados en su casa de San Lorenzo, junto a su ataúd había un balón y playera de futbol, su sueño era ser futbolista.

El feminicida era el dueño del cyber al que fue Giselle, días después la Fiscalía detuvo al feminicida, Roberto Buendía era el dueño del café internet al que había acudido la menor.

Según declaraciones del feminicida frente a los padres de la menor, la niña fue al cyber y él la invitó a pasar a su casa por un refresco, como Giselle lo conocía aceptó.

El hombre la violó y asesinó, luego envolvió su cuerpo en sábanas y lo arrojó en Ixtapaluca.

Un año después Giselle obtuvo justicia, Roberto fue sentenciado a 83 años de prisión y pagará una multa de 1 millón 558 mil 682 pesos.

Vía Letra Roja.

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