NAUCALPAN.- El 9 de diciembre antes del medio día, Jaqueline y sus dos pequeñas hijas fueron brutalmente asesinadas por su expareja y padre de sus hijas. Pedro Rivera Hernández en Naucalpan, Estado de México el cual las estranguló y las destazó con un esmeril.
Jaqueline ya había puesto una denuncia previa por violencia doméstica, pero no sirvió de nada. Tampoco sirvieron los gritos desgarradores de aquel día porque nadie las auxilió.
Jacqueline Alba Cuello tenía 20 años, era madre de Brenda Yared de 4 años y de Sofía Aideé de un añito y medio, a quienes amaba profundamente.
Jacky como la llamaban de cariño, vivió con Pedro Rivera desde hace poco más de 4 años. Pero el mes de octubre pasado, cansada de la vida agresiva que llevaba con él, decidió separarse y retomar sus estudios para progresar y salir adelante por sus bebés.
Pedro la citó el 9 de diciembre en su domicilio, supuestamente para hablar. Previamente sustrajo a sus hijas y ella accedió con la esperanza y amor por sus niñas, quería llegar a un buen acuerdo. Nunca se imaginó el daño tan brutal que planeó para arrancarles la vida.
Pedro no superó el rompimiento. Ni la negativa de una reconciliación, no pudo con su machismo.
Los vecinos escucharon los gritos de Pedro diciéndole « Te voy a matar», las niñas lloraban, y Jacky pedía ayuda, pero nadie quiso meterse. Acudieron cuando ya no escucharon nada cerca de las 2 de la tarde.
Demasiado tarde, las tres estaban desmembradas y el feminicida se suicidó. Dejó una carta póstuma, pidiendo que los velarán y los enterraran juntos porque amaba a su familia.
Vía Letra Roja.
