NAUCALPAN.- La Fiscalía de Justicia del Estado de México (FGJEM), confirmó que de acuerdo a la necropsia realizada al cuerpo de la médico Jessica Sevilla, no fue decapitada ni arrancada la piel de su cara al momento de ser asesinada, murió a consecuencia de un disparo de arma de fuego y la fauna nociva del lugar desprendió el cráneo y devoró la parte blanda del mismo, dando la impresión de que había sido masacrada con gran saña lo cual no fue así.
En una nota periodística publicada esta tarde en El Sol de México cita que Juana Pedraza, madre de la hoy occisa, confirmó que por declaraciones de los compañeros de trabajo de su hija, ella iba acompañada antes de aparecer muerta, por José Javier Rosales Mauro, quien ingresó al hospital regional de Xonacatlán mismo donde ella trabajaba, al área de urgencias a las seis de la mañana, por una herida de disparo de arma de fuego y se dio de alta voluntaria a pesar de ser ilegal ya que se debió dar parte al agente del ministerio público por ser una lesión legal.
La afligida madre indicó que hasta la fecha la Fiscalía no ha emitido orden de aprehensión en contra de este sujeto ni se ha presentado a recabar mayor información entre el personal médico del nosocomio ni con la familia, incluso que ha sido la familia a través de conocidos y amigos la que está habiendo las investigaciones necesarias desde para encontrar el cuerpo de la joven médico de 29 años de edad hasta para saber quién la asesino, con la colaboración de toda la comunidad y de sus propios compañeros de trabajo ya que todos la querían mucho, no es posible que sepan los agentes que ella no iba sola que iba con ese hombre Rosales Mauro y no hagan nada, a la mejor porque somos gente sencilla.
“Que sirva la muerte de mi hija para que las autoridades vuelvan los ojos a la gente común como nosotros porque ellos con sus exorbitantes sueldos no les interesa la vida de uno”, señaló con tristeza y coraje.
“No sé qué pudo haber hecho para que le hicieran eso, ni al peor asesino se le hace, ella salvaba vidas, trabajaba en urgencias”.
Justicia para mi hija y para mi niño (el hijo de Jessica Sevilla) de solo un año y medio de edad, que no quede impune exigió la señora Pedraza; Ella era una buena niña, una buena hija, una buena madre, no se metía con nadie, era una joven muy respetuosa y trabajadora trabajaba en el hospital regional de Xonacatlán, los fines de semana en el hospital regional de Metepec y en las tardes en su consultorio en San Antonio Xonacatlan, el cual había abierto hace cuatro meses dijo.
Por separado el nuevo Ombudsman mexiquense Jorge Olvera, indicó vía Twitter que la Comisión Estatal de Derechos Humanos inició ya el oficio CODHEM/TOL/541/2017 para verificar que la Fiscalía general de Justicia del estado de México, efectué con celeridad y profesionalismo las investigaciones del asesinato de la médico; así como con la aplicación de los protocolos adecuados en materia de investigación policial con perspectiva de género y de violencia contra las mujeres en la entidad.