Padece Naucalpan ‘Vía de los Robos’

Según los transportistas, el número de pasajeros ha disminuido este año a consecuencia de los asaltos. Foto: Alejandro Velázquez
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NAUCALPAN.- En Naucalpan, un tramo de 1.2 kilómetros de la Calzada San Agustín bien podría llamarse «Vía de los Robos».

Choferes y usuarios del transporte público saben que en este punto deben esconder sus pertenencias, cerrar por completo la unidad y no hacer ninguna parada, pues están expuestos a un asalto.

El tramo referido va desde la Vía Gustavo Baz hasta Las Armas, en la Colonia 10 de Abril.

De acuerdo con choferes de la empresa AMATSA, que brinda el servicio de transporte en la zona, en lo que va de este año han sido víctimas de 200 asaltos.

Los asaltos ocurren a distintas horas del día, y los operadores aseguran que incluso algunos han resultado lesionados por los delincuentes.

«Unos (asaltantes) se subieron en San Agustín y se pusieron muy agresivos con la gente», lamentó un chofer que fue asaltado el 29 de julio.

«Esto ya es insoportable y estresante. Queremos que el Gobierno haga algo. Antes sólo se llevaban lo que uno traía y ya. Ahora echan bala», expresó un usuario.

Los delincuentes se sirven de armas blancas o de fuego, además de que han hecho detonaciones al interior de las unidades a fin de intimidar a los usuarios.

El operador de una unidad de transporte, de nombre Jaime Zárate, por ejemplo, en uno de estos asaltos lo apuñalaron en la pantorrilla, además de que hubo pasajeros agredidos.

Aproximadamente a las 6:15 horas, el camión circulaba sobre la Avenida San Agustín, proveniente de la estación Rosario del Metro; en esa vía, le hizo la parada una persona.

«Me detuve, pero detrás de una camioneta salieron otros tres sujetos, subieron al camión, decididos, a lo que iban. Uno de ellos traía un cuchillo de 25 centímetros, empezó a amenazar a la gente, cuando lo vieron empezaron a gritar», relató el conductor.

Los delincuentes lanzaban el cuchillo en distintas direcciones, a veces hacia un espacio vacío, pero otras veces hacia las personas.

Tras atemorizarlos, ya con las luces apagadas, despojaron a los tripulantes de sus pertenencias.

Luego de que los ladrones hubieran huido, los pasajeros se bajaron del autobús sobre la Vía Gustavo Baz y esperaron otra unidad para llegar a su destino. En este tiempo no observaron ninguna patrulla a la que pudieran solicitar ayuda.

En el CETRAM de El Rosario, si uno pregunta a los pasajeros de la línea, siempre hay alguien que relata haber sido víctima de un atraco a bordo.

«En el puente que está en Echegaray, ya de regreso, se subieron dos chicos y asaltaron a los pasajeros, quitaron gorras, celulares, lap tops y se bajaron», comentó Ruth Salomón, estudiante de la FES Acatlán.

«Igual en Las Armas, yo lo tomo en la mañana para ir a la escuela, como a las seis o seis y media, a la altura de la gasolinera se subieron también dos, afortunadamente a mí no me quitaron nada porque me escondí».

Alejandro Gutiérrez, secretario del consejo de administración de la empresa, señaló que el problema de inseguridad ha ahuyentado al pasaje, ya que de 35 usuarios que abordaban las unidades en la CETRAM ahora lo hacen 15 o 20.

Pese a los 200 robos que se tienen contabilizados, sólo se han presentado unas 40 denuncias ante el Ministerio Público.

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