NAUCALPAN.- En el Día Internacional de la “NO violencia contra la Mujer”, al margen de mirar el tema en el plano internacional, saber el cómo estamos.
Es decir, en nuestro municipio el cual en los últimos años precisamente se ha transformado en una demarcación sumamente violenta, en donde los estadísticos del delito son crueles.
Aquí, en el “Naucalpan de la Alternancia” numerosas féminas han denunciado la magnitud del acoso sexual y de otras formas de violencia que sufren todos los días y en todas partes.
Romper el silencio es el primer paso para transformar la cultura de la violencia de género, y hacer posible el ponerle fin a tal realidad, no obstante aún a su vigencia.
De verdad, que paralelamente con el alto grado de homicidios que registramos y que alcanza ya los 155 de este año, y de ellos, un número importante de femenicidios.
Los casos son sorprendentes en el que “ser mujer” en realidad que se ha convertido en un total riesgo al caminar por las calles de la demarcación, y más en aquellas “zonas rojas del crimen”.
Los indicadores justamente de mujeres muertas, son reales y quizá el ejemplo más claro de una serie de asesinatos violentos es el de la joven, Karen Esquivel y la señora Adriana Hernández de 53 años, el año pasado y que consternó a la sociedad entera.
Naucalpan es uno de los 11 municipios del estado con alerta de género desde julio de 2015. Sin embargo, la violencia contra ellas no cede.
Los nombres de “Jennifer y Evelyn”, halladas muertas en el municipio, en la zona de Los Remedios, y San Mateo, entre otros descubrimientos, indican la cruda realidad que sostenemos.
El año pasado en estas fechas, datos del Observatorio Ciudadano para Prevenir el Delito y la Violencia de Naucalpan, denunció que 38 mujeres habrían sido asesinadas.
En este año, datos extraoficiales indican que la cifra se incrementó en un 35 por ciento. Pese a que todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables.
En ese orden, en la localidad existen niñas y mujeres mayores, que sufren de violencia y en estos momentos los riesgo son demasiados además de centros escolares, principalmente secundaria y preparatoria, en el barrio.
Por otra parte y que también es una realidad, mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, en el que los grados de homofobia se dispararon.
Aunado a lo anterior, y en todas las sociedades como la nuestra ocurre, en los hogares, las escuelas, las calles, en el trabajo, el Internet y transporte público, entre otros espacios.
Vía: Por Mario Ruiz Hernández.