NAUCALPAN.- Al límite llega esta “Ciudad con Vida”, en donde la muerte se ha hecho noticia a diario, y el nivel del crimen es superior a toda autoridad.
Naucalpan está caliente y tenemos que mirarlo así, si alguien de cualquier instancia de gobierno pretende abatir los altos registros delincuenciales.
En ese orden, no podemos seguir simulando tranquilidad, cuando no la hay incluso en los hogares de cientos de familias, en el transporte público de pasajeros, en los Campus Universitarios y zonas escolares, además de sus vialidades del crimen.
La radiografía del delito, es inocultable, y ya no se vale mentir, y culpar a nadie de los fracasos y la crisis de seguridad que nos asiste, y mucho menos manipular la información desde el oficialismo masivo.
Naucalpan otra vez y hoy por hoy, es de los municipios de mayor violencia en el país y forma parte de esas demarcaciones que alcanzan altos grados de inseguridad.
Este bimestre del 2018 que está por concluir, el más justamente violento de la historia contemporánea de este lugar, y en estos 56 días, más de tres multihomicidios reportados.
Las cifras son abrumadoras, de escalofrío, y cuantificamos los alrededor de 27 homicidios dolosos que sumados al 2017 y 2016, nos encontramos en los 313 de este mandato.
La tendencia se mantiene de dos muertes cada 48 horas, y los porcentajes de asesinados los conservan esos presuntos ajustes de cuentas y los abatidos en el transporte público de pasajeros
Pero además, en la calle el robo a mano armada a transeúntes, vehículos, neumáticos, casas-habitación, en el cinturón de Vista del Valle, Lomas Verdes y San Mateo, es alarmante.
Decir que los operativos concurrentes de las diferentes fuerzas del orden igual, están fracasando, aún y con la Base de Operaciones Mixtas (BOM), que aquí están, y luego entonces?
El tema es serio y tenemos que verlo así, de esa magnitud, a propósito de que nos devuelvan la tranquilidad y la paz social, que nos merecemos.
Naucalpan de verdad que tampoco es el mismo de antes, se encuentra desdibujado; “desmadrado, saqueado, enfermo y en grave estado de coma”, que ya no se puede.
Estamos actualmente viviendo lo peor, la desgracia y el mañana quien sabe sea posible el poder recuperar el municipio, en esta cruel descomposición que enfrentamos.
Por Mario Ruiz Hernández.
