NAUCALPAN.- La demarcación, ésta calificada “Una Ciudad con Vida”, repuntó de manera sorprendente en el mapa delictivo respecto a muertes dolosas.
La violencia que hoy por hoy asiste a Naucalpan no deja de preocupar y el 2017, ha sido el año más letal, en la que tal modalidad es sostenida con fuertes tendencias a la alza que a la baja.
Al término del primer mes de este año, alcanzamos los más de 18 homicidios dolosos, la cifra más alta que en el 2016 y 2017.
En los dos años de mandato de Olvera, estamos en los ya 308 muertes callejeras, en las que la taza es de un muerto cada 48 horas.
Un estudio del Consejo Ciudadano de Seguridad, arrojó resultados impactantes sobre el particular, en el que ubican a Naucalpan en el sitio 30 en el país de municipios más violentos, después de Tlalnepantla Ecatepec, La Paz, Zumpango y Cuautitlán Izcalli.
Sin embargo, las distancias cotidianamente entre demarcaciones se ven reducidas y quizá la varianza signifique, debido a la cifra negra del delito, esa que no se reporta, pero ahí está.
Por otra parte, la misma organización consideró al Valle de México como “La capital del robo con violencia”, en la que prevalece esa taza en 20 municipios de la zona y 8 son del Edomex.
En ese orden, Naucalpan continúa de manera agresiva con distintas modalidades del crimen, en la que esos precisamente robos con violencia callejera tienen apanicada a la gente.
El cinturón por ejemplo de Vista del Valle, Ciudad Brisas y Paseos del Bosque, a diario hay un hecho delictivo, el día de ayer en el pueblo de San Juan Totoltepec, reportaron varios asaltos a plena luz del día.
Mientras tanto, en Boulevares, Jardines de San Mateo, “Los Fresnos”, y demás fraccionamientos de la zona 8, el delito va en aumento como lo es el robo a casa-habitación, vehículos y llantas, en la que propios vecinos han venido exigiendo sin resultados, el cambio de su alfa y/beta.
En verdad que los estadísticos aquí son crueles, y la crisis de seguridad y el alto nivel de violencia en nuestras calles que nos acompaña, colectivos ciudadanos la atribuyen a la “guerra de grupos del crimen organizado”, que se disputan los territorios.
Finalmente, es de preocupar el elevado número de personas desaparecidas, y a la vez de las sistemáticas agresiones y hurtos a jóvenes preparatorianos al salir de sus colegios en el centro del municipio y en escuelas de la zona emergente.
Por Mario Ruiz Hernández.
