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«A mi hija se la tragó la tierra, lleva 5 años desaparecida»

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NAUCALPAN.-  A cinco años y cuatro meses de la desaparición de María Fernanda Tlapanco Uribe, Rocío Uribe Ruiz busca a su hija en calles de ciudades donde hay trata de personas, así como en Semefos. Pareciera que se la tragó la tierra. No hay rastro de ella en ningún lado.

La joven desapareció el 19 de abril de 2012 al salir de la secundaria en la avenida Gustavo Baz en Naucalpan, Estado de México. Ese día no llegó a casa. Nadie sabe quién se la llevó. «Hasta el día de hoy es como si Fer no existiera para nadie. He caminado desde hace tiempo buscándola de un lado a otro. Buscándola en Semefos para saber si ella ya no vive. Buscándola en La Merced caminando sin que nadie me vea. Desgraciadamente no he tenido la fortuna de poder encontrarla».

Cuando desapareció las autoridades no le hicieron caso durante las primeras horas. Le dijeron que se había ido con el novio o le preguntaron cómo trataba a su hija, porque luego las jóvenes huyen de sus casas. «Se perdió mucho tiempo al principio, me decían ´al rato regresa igual y con un hijo´, pero ni con un hijo ni con el novio ni en el Semefo muerta ni nada. Solo puedo decir que sigo sin encontrarla».

Con lágrimas en los ojos y una tristeza infinita en la mirada, Uribe Ruiz recuerda que Fer, como le dice a su hija, al salir de la escuela Licenciado Benito Juárez número 11, donde estudiaba el tercer grado, caminó 100 metros a la parada del camión y de ahí nadie más la ha vuelto a ver. Desde ese momento su teléfono ha permanecido apagado. La sábanas de su número no registran movimiento y por lo tanto no se pudo rastrear.

«Ella desapareció y absolutamente nadie la ha visto. La única cámara que podía arrojar algo, no servía y había otra no enfocó a mi hija. No logré ver si se subió a una combi, si alguien se la llevó, no se ve nada y nadie me ha podido decir qué le pasó».

El día de su desaparición tenía 14 años, fue el 19 de abril de 2012. Hoy tendría 19. Sus padres sienten como si la tierra se la tragó, porque no ha habido ningún rastro fehaciente de dónde pueda estar ni lo qué le pasó.

Solo hubo una pista. En 2014, la familia recibió una llamada de alguien que les comentó que una joven fue rescatada de un bar en la ciudad de Puebla donde era víctima de explotación sexual y ella había reconocido a Fer. Sin embargo al realizar una visita a ese lugar no se encontró nada ni siquiera había mujeres que ofrecían sexoservicio.

«Por eso tenemos la sospecha de que Fer pudiera ser víctima de trata y la pudieran estar moviendo, pero de ahí en fuera que yo pudiera tener una idea de quién se la llevó, de cómo fue. Nadie me contactó para pedirme un rescate o algo por el estilo».

A partir de ahí, el padre de «Fer» acude a bares y antros de ciudades donde hay trata para ver si la puede encontrar. Su madre ha ido a Chiapas, Tlaxcala, Toluca, Ciudad de México, y camina por calles donde hay mujeres que ofrecen sexoservicio y observa sus rostros para ver si la reconoce. También ha buscando en Semefos, incluso ha pensado en que pudiera estar en alguna fosa común.

Su familia ha contratado a investigadores privados sin que tengan éxito. La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) ofrece una recompensa de 300 mil pesos por información que pudiera llevar al paradero de «Fer».

El día que desapareció, al ver que las autoridades pidieron a la familia que tenían que esperar 72 horas, sus tíos, primos y hermano comenzaron a buscarla en terrenos baldíos de la zona, en la parte del Río de los Remedios que cruza por Naucalpan, pararon el tráfico para preguntar en combis y microbuses si Fer se había subido.

En los cinco años y cuatro meses que Fer lleva desaparecida, Rocío Uribe se ha acercado a organizaciones de trata de personas. En la actualidad es integrante de la Red de Madre Buscando a sus Hijos y apoya también en la búsqueda de estos jóvenes que no regresaron a sus casas.

«El caso de Fer es muy fuerte porque hemos estado en una situación de una lucha constante, pero desgraciadamente sin tener datos de mi hija, porque no tenemos nada. Me ha costado mucho trabajo».

«Fer» era una niña muy aplicada y tranquila

Una semana antes de que Fer desapareció, sus padres habían contratado el salón de fiestas donde quería celebrar sus 15 años, ya que los cumplía el 30 de septiembre. «Ella estaba muy emocionada por su fiesta».

Su madre la describe como una niña «muy tranquila, aplicada y muy sensible». Ya iba a terminar la secundaria, faltaban tres meses y tenía un promedio de 9.

Le gustaban mucho las matemáticas. Fer comentaba que quería estudiar química farmacéutica o química matemática. Era una niña muy estudiosa y tenía muchos amigos.

«Fer siempre estuvo en los mejores lugares posicionada, porque siempre tuvo calificaciones de 9 y 10. Su materia favorita eran las matemáticas, para ella eran muy fácil».

Las cifras de mujeres desaparecidas

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio registra que en el Estado de México del 2005 al 2014 desaparecieron 4 mil 285 mujeres, de las cuales fueron encontradas 95 asesinadas y a mil 554 no las han localizado. La mayoría de esas jóvenes tiene entre 15 y 17 años de edad.

En Ecatepec, Tecamac, Río de los Remedios se han encontrado a niñas de 12 a 13 años de edad asesinadas.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) señala que del 2012 al 2014, el número de mujeres desaparecidas menores de 18 años en el país incrementó 191 por ciento. Pasó de 404 casos a mil 179.

FUENTE: Reporaje Especial de https://lasillarota.com/.