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Continúa espiral de violencia en Naucalpan, con todo y las BOM

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NAUCALPAN.- A poco menos de cumplirse los once meses de este año, el municipio logró alcanzar los 153 homicidios dolosos, muy superior al año pasado, los índices en este sentido no bajan, y las escenas del crimen cada día son más delicadas, pese a los constantes operativos que se han venido aplicando por distintas fuerzas del orden en las zonas del delito, y tener 15 bases de operaciones mixtas en la demarcación.

Naucalpan continúa presentado un nivel sumamente alto de violencia en sus calles que no cesa, y por el contrario, sostenemos registros de muerte en este gobierno de Olvera insuperables.

La madrugada del sábado pasado, autoridades locales reportaron el hallazgo de un hombre de aproximadamente 35 años, quien fue asesinado de un impacto de bala en la nuca, en San Agustín y dos cuerpos encontrado a en San Mateo Nopala.

El crimen ya rebasó lo hemos dicho a todo tipo de autoridades de los tres niveles e instancias de gobierno, y los esfuerzos para contener el espiral de violencia que hay aquí, han sido inútiles, la mirada espantada de la propia sociedad, entraña quizá el desprecio y los odios entre grupos del crimen organizado, en la disputa de los territorios con saldos completamente de miedo.

En las comunidades del municipio, es observado un silencio aterrador y un gran vacío en esos entornos, en lo que ocurre de todo, y en donde la gente prácticamente enmudeció frente al delito, y sobreviven en medio del temor y el pánico.

Por otra parte, las oleadas del crimen siguen pasando en esos sitios, en lo que nadie pretende denunciar y en lo que la mayoría sabe de “los mañosos y la rata”, que morir por algún sicario.

Perímetros urbanos de la magnitud de “La Cuenca de San Mateo”, que integra más de 20 colonias, o en los otros extremos de “La Benito Juárez, Las Manchas, Los San Rafaeles Champa, y Los San Lorenzo Totolinga, Huertas, El Corralito, La Luisa y Loma Colorada”.

La calle es un gran mercado que proporciona a quienes la habitan dinero, comercio, ejercicio precoz de la sexualidad y relación grupal, que podría basarse o no en la violencia.

Son espacios igual de muerte, de robos a mano armada a trasúntes, a usuarios del transporte público y de jóvenes preparatorianos afuera de sus centros escolares o en la “tiendita” de enfrente.

A fin de cuentas, es el lugar y el espacio en el que cada quien decide permanecer y desarrollar sus actividades, en el que sistemáticamente la sangre tatúa la carpeta asfáltica llena de hoyos, y que eleva los números de fallecimientos en los estadísticos, y de distintas modalidades del delito.

Por Mario Ruiz Hernández.