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Autoridad no puede combatir al crimen en Naucalpan

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NAUCALPAN.- A unos días de concluir el primer trimestre de este año, cerramos con números rojos, con registros de “sangre” en materia de seguridad.

En estos momentos, hemos superado la tendencia respecto a los homicidios dolosos que se sostenía en promedio mensual de 11.3 asesinatos callejeros y alcanzar la notable cifra de 13.3 muertos, como nunca antes en el municipio.

Esta última semana, ésta que acaba de terminar, la más violenta y la peor del Gobierno de Olvera, desde el inicio de su mandato, en la que al menos ocho muertes fueron registradas; 1.5 diarias, moviendo los índices criminales del “Naucalpan Ciudad con Vida”.

Aunado a ello, una serie de sistemáticos asaltos a tiendas Oxxo, el zona de Lomas Verdes, en restaurantes, e igual en el transporte público de pasajeros, este último dejando saldos mortales.

El problema insuperable, aún y con según distintas estrategias para inhibir el delito; entre ellas, dos macropantallas, y hasta un helicóptero de “desecho” de 24 millones de pesos, adquirido a la Policía de un condado de California, en Los Estados Unidos de Norteamérica.

Lamentablemente, el asunto lejos de reducirse e ir a la baja, contradictoriamente va a la alza, en un especie de total reto a las autoridades, del nivel que sea.

Hablemos con la claridad que merece el caso, y es que mientras no pongan orden al interior de la corporación, inicien los procedimientos correspondientes de aquellos efectivos denunciados por el propio alcalde Olvera de tener vínculos con la delincuencia organizada, “limpiar la casa”; los más 300 elementos reprobados en sus exámenes de control de confianza y otros tantos incapacitados, con permiso y faltando, no esperemos tener resultados, mucho menos eficiencia y eficacia.

Es preocupante los índices a los que hemos llegado, y así, con toda la responsabilidad, urge regrese la paz y la tranquilidad a Naucalpan, al margen del intento de justificarse, de la actuación y la estrategia fallida, culpando a otros, señalando con “el dedo de fuego”, la mediocridad y frustración de un Gobierno que vino sólo y exclusivamente a administrar el delito.

FUENTE: http://cuestiondepolemica.com/