México.- Los pasajeros que arriban al paradero Cuatro Caminos temen por su vida ante el incremento de la violencia con la que los delincuentes los despojan de sus pertenencias.
La terminal recibe a más de 120 mil personas originarias de los municipios mexiquenses de Huixquilucan, Naucalpan, Nicolás Romero, Atizapán, Cuautitlán, Tlalnepantla, Ecatepec y Coacalco; además de las delegaciones capitalinas Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa.
Pese a la construcción del moderno y funcional Mexipuerto, que opera en la cara sur del paradero, en la cara norte los asesinatos y robos están a la orden del día.
La noche del pasado martes 18 de julio, un sujeto mató a un hombre que caminaba por la terminal, éste lo baleó en repetidas ocasiones.
De acuerdo con el testimonio de Miguel Ángel, un operador de transporte público que labora en el lugar, este tipo de hechos ya se veían venir ya que los delincuentes están “más pesados y locos”.
“La rata está muy dura, mínimo te tienen que bajar un cien o el celular para que no te lastimen. Si bien te va te dan una golpiza, pero otros la vida han dejado por no aflojar”
El pasado 16 de marzo, balearon a un hombre por la espalda tras ser asaltado a las afueras de la estación del Metro. Afortunadamente sobrevivió.
Otro caso se suscitó el 21 de febrero, cuando un transeúnte recibió un balazo en la pierna derecha por resistirse a un asalto mientras esperaba su transporte.
Rosa Elvia, comerciante con más de treinta años en el paradero, dijo que los homicidios en contra de los pasajeros no es un caso aislado, recordó el asesinato de un hombre en noviembre de 2016.
“El hombre estaba arriba de la camioneta que circulaba sobre Periférico cuando se subieron a asaltarlos, uno de los rateros se alocó y les disparó, el chofer llegó al paradero a pedir ayuda pero por desgracia uno de los heridos murió. A una chica embarazada y a otro señor los llevaron al hospital”.
Hace poco más de un año, Letra Roja visitó el Cetram y constató que mientras el lado sur, donde se encuentra la plaza comercial, tenía una vigilancia excesiva; el paradero Norte lucía desolado y sin vigilancia alguna, nos percatamos de la presencia policíaca en las inmediaciones de su base, que se encuentra a unos metros de los andenes, y en el interior del Metro.
Desgraciadamente la situación de inseguridad que se vive en el Paradero Cuatro Caminos es alarmante ya que en siete meses ha cobrado dos vidas y ha dejado por lo menos cinco heridos.
Ante esto nos cuestionamos: ¿Quién frenará la violencia en este importante punto de conexión de la Ciudad de México con el Estado de México?
Fuente: Letra Roja.
