NAUCALPAN.- Verónica Soto Hernández, de 22 años de edad y estudiante de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, fue asesinada el 1 de noviembre de 2019 en Naucalpan, Estado de México. A 3 meses de lo sucedido, la investigación iniciada por feminicidio no ha tenido avances y su familia exige justicia.
Las exigencias principales que tiene su mamá, Andrea Soto, son que la Fiscalía Especializada en Feminicidios de Barrientos en el Edomex, realice las pruebas correspondientes con el Protocolo de Feminicidio, pues luego de todo este tiempo no hay un patólogo que lo haga y los resultados siguen retrasados. También pide que se cite para entrevistar a las personas que vieron viva por última vez a su hija.
“Desde el primer día todo ha sido agotador. Al principio tenía esperanzas de que se pusieran a investigar rápido, pero prácticamente en 3 meses no hay nada más que omisiones por parte de las funcionarios”.
Por parte de las autoridades de la UNAM, la mamá de Verónica recibió el ofrecimiento de que la familia sea acompañada en materia jurídica y médica; aunque aclararon que no pueden intervenir directamente en el caso. Este contacto con Andrea Soto se realizó hace apenas unos días, es decir, luego de más de 2 meses del feminicidio de su alumna.
Vero iba a una fiesta de disfraces
El 1 de noviembre de 2019, Verónica salió alrededor del mediodía de su servicio social en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer. Una de sus compañeras, Zara*, la invitó a una fiesta de disfraces en el municipio mexiquense de Naucalpan, por lo que al salir se dirigió al domicilio de ésta para cambiarse con un disfraz y plancharse el cabello.
En una ocasión anterior, un familiar de Zara agredió verbalmente a Verónica, por lo que su mamá le había prohibido reunirse con esa familia. Fue entonces que la joven decidió contarle a Andrea Soto que la fiesta era con una amiga diferente y le dijo que ahí pasaría la noche para regresar a su casa el sábado 2 de noviembre, por la mañana.
En entrevista con SDPnoticias, la madre de Verónica relató que al salir de su servicio, su hija le mandó un mensaje desde el teléfono de una amiga para que le pusiera crédito a su celular, y ese fue el último contacto que tuvieron pues al pasar las horas, incluso durante la madrugada del 2 de noviembre, la joven nunca respondió las llamadas a pesar de que siempre informaba a su mamá sobre su paradero.
Al día siguiente, Andrea siguió intentando contactar a su hija pero el teléfono seguía apagado. Fue alrededor de las 9 de la mañana que la mamá de Vero marcó al celular desde donde su hija le había mandado el mensaje el día anterior, pues éste pertenecía a la amiga con la que la estudiante dijo que estaría en la fiesta.
Calle San José, frente al número 8
Andrea se enteró que su hija había ido a una fiesta con Zara y sintió pánico. Se comunicó con otras amigas hasta que cerca de las 12 del día, Zara le respondió una llamada, le dijo que no sabía nada de Verónica y que también la estaba buscando. En ese momento, la familia reportó su desaparición a Locatel y por redes sociales.
Luego, cerca de las 4 de la tarde de ese 2 de noviembre, Andrea fue a buscar a su hija hasta el domicilio donde se había realizado la fiesta. Era una terreno casi baldío ubicado en calle San José, frente al número 8 en la colonia Capulín Soledad, Naucalpan; Vero no estaba ahí.
Fue en ese momento que la mamá recibió una llamada de otra amiga quien le confirmó que el cuerpo de la estudiante de enfermería estaba en el Semefo de Naucalpan y había sido asesinada. La causa de muerte fue estrangulamiento y se sabe que el cuerpo fue hallado a unas cuadras del lugar donde fue la fiesta.
Desde ese momento, las omisiones de las autoridades de la Fiscalía Especializada en Feminicidios comenzaron, pues aunque la Ministerio Público del Semefo de Naucalpan ordenó la realización de las pruebas correspondientes al Protocolo de Feminicidio, éstas siguen incompletas.
Personas que estuvieron con Vero siguen sin declarar
Desde el 9 de noviembre hasta ahora, la carpeta por el feminicidio de Vero se encuentra en la Fiscalía Especializada en Feminicidios en Barrientos. Fue hasta el 20 de enero pasado, que la dependencia le asignó un abogado de oficio de la Comisión de Atención a Víctimas, además, las personas (al menos 4) que vieron viva por última vez a la joven no han sido citadas.
Andrea Soto también denunció que la carpeta de investigación está incompleta. Y una inconsistencia es la falta del video de seguridad del C4 que grabó el lugar y momento dónde Verónica fue hallada, pues hasta la fecha aún no se ha presentado en la carpeta.
Las pertenencias de Vero, mochila, celular, monedero y ropa, las tenía Zara. Cuando Andrea Soto las recogió, se dio cuenta que hacían falta sus lentes, la tarjeta de memoria y el cargador de su celular, y sus audífonos. Todo eso tampoco ha sido indagado pues no hay líneas de investigación.
Andrea y su hija Vero, estaban sincronizadas
Verónica Soto Hernández cumplió 22 años el pasado 16 de agosto. tenía muchas amigas cercanas, con toda la gente se encariñaba y su carácter noble, siempre hacía que perdonara a las personas. Ella y su mamá estaban sincronizadas, pasaban los días juntas, acompañadas, comunicadas, su corazón latía al mismo tiempo, cuenta Andrea.
El servicio social en el Hospital Militar terminaba en este enero de 2020; al finalizar, Vero se iba a titular automáticamente por sus altas calificaciones. Quería dedicar su vida a su carrera, con su familia y junto a su perro Simón. Ahora, además de enfrentarse al pérdida de su hija, Andrea Soto también debe lidiar con el sistema de justicia y medios de comunicación.
“No es suficiente con lo que estamos pasando, hay que lidiar con la gente y los medios que se valen del dolor ajeno para vender. La publicación que hizo Milenio son mentiras, no sé de dónde hayan obtenido información que afecta a las investigación del caso de Vero y pone en riesgo a mi familia”.
Lo anterior lo dijo la mamá de Verónica porque el 24 de enero pasado, el medio citado publicó una nota informativa que la familia de la joven desconoce. También por esta publicación esperan justicia.
*El nombre real de la amiga de Verónica se cambió para no afectar la investigación.
Vía SDP Noticias.