NAUCALPAN.- Lo que está pasando en el municipio gobernado por Víctor Gálvez Astorga, es tan solo una pequeña muestra de la ingobernabilidad que se dio bajo el mandato del ahora diputado local, Edgar Olvera Higuera, quien es el único responsable directo de la ola de secuestros, desapariciones, muertes, violencia, asaltos e incremento del narcotráfico en dicha localidad.
Lo que heredará el gobierno panista a Patricia Durán Reveles, es una zona de guerra.
Los últimos hechos acontecidos en Naucalpan, ofrecen un panorama más que claro de cómo la delincuencia organizada opera bajo el amparo del poder: hombres armados se apostaron a las afueras de un antro donde había un espectáculo de reggaetón, y abrieron fuego sobre el local, dejando muertos y heridos.
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¿Es normal que un grupo de delincuentes lleguen como Pedro por su casa, y maten sin piedad a jóvenes que solo querían divertirse? ¿Acaso no debería estar la policía municipal en ese tipo de eventos, máxime cuando se trata de una asistencia masiva?
Lo que debe pasar a partir del próximo lunes, es que la LX Legislatura del Congreso del Estado de México, presente la iniciativa de desafuero para el ex alcalde de Naucalpan, Edgar Olvera Higuera, esto con la finalidad de que declare ante las autoridades, sobre la violencia que azota a uno de los municipios más importantes a nivel nacional.
Es inadmisible que Olvera Higuera sea diputado local, después de haber sido acusado de fraude electoral, extorsión, y otras lindezas más, que solo alguien corrupto como él pueden hacer. Los diputados de oposición –sobre todo los de MORENA-, tienen una inmensa oportunidad de responder a las demandas de la ciudadanía, poniendo en su lugar a Edgar Olvera.
Naucalpan es una zona de guerra.
Alfredo del Mazo tiene que acudir personalmente a este municipio.
Los ciudadanos están viviendo el peor momento de sus vidas.
No los deje solos, señor gobernador.
Los naucalpenses quieren ver su mano dura.
Vía Política y Estílo.
