NAUCALPAN.- Del espacio público en Naucalpan centro, en verdad que la zona continua siendo un lugar sobresaturado por donde le busque.
Los días son singularmente estresantes en esta área que muestra uno y diversos intereses de todo tipo, bajo esa lógica, el ejemplo más claro de desorden urbano y del fracaso gobierno de Olvera, es –San Bartolo- el corazón mismo del municipio.
Sean quienes sean, de dónde vienen y ahora al asumir los “nuevos compadrazgos y amistades del instante,” como las otras justamente de otras administraciones, esto es “el total desmadre”.
Más allá del programa integral de recuperación que inició el año pasado, y que ya no hay avances, lo lamentable es que el comercio en la vía pública en lugar de decrecer, aumenta y aumenta cotidianamente.
En ese sentido y todavía a poco más de seis años de distancia en que los ambulantes en sus diversas modalidades “concedieron los martes un día de gracia y no instalarse”, hoy, contradictoriamente en esta gerencia-el número de tolerados también se ha ido al alza.
Las calle de Abasolo y el entronque de Morelos, en la denomina “cuchilla”, la plaza y la romería, a la vez de las obras inconclusas, los derroteros y bases del transporte público de pasajeros, convierten al sitio en un perímetro intransitable con sus múltiples consecuencias.
Aunado a ello, y no obstante del tremendo conflicto, la longitud de la avenida 16 de septiembre a puente de periférico, las aceras según para la circulación del peatón, han sido plagiadas.
A lo anterior, decirlo como es, “tolerado por las autoridades municipales” que, desde el inicio de su mandato- hace un Año y diez meses- presumiblemente vinieron a poner orden.
Asimismo, el transformar la imagen de este amplio territorio; sanear el drenaje y ejecutar una serie de trabajos que a más de 50 años no se han hecho y dudo que se hagan.
Claro lo es, que son más grandes los conflictos de intereses, “los amores perros”, y acuerdos en corto con los líderes, seudo líderes y dirigentes de “los venderos callejeros”, para la ocupación urbana.
El asunto grave, nadie que pretenda la normalidad aún y con el nuevo encargado del despacho de vía pública, Miguel Armando Aguirre Rodríguez, que a decir verdad, el continuar administrando la ilegalidad y el irreverente colapso urbano.
Por Mario Ruiz Hernández.
