«¡Justicia!», claman padres por sus hijas asesinadas en Tlalne y Naucalpan

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NAUCALPAN.- Aunque prácticamente ha transcurrido un año y a pesar de que en su casa aún conserva la mayoría de las pertenencias de su hija, Andrea Soto Hernández no puede sacarse de la mente el recuerdo de cómo fue encontrado el cuerpo de Verónica, de apenas 22 años de edad, a quien le arrebataron la vida con saña y, posteriormente, la abandonaron en un terreno baldío de la comunidad San Antonio Zomeyucan, en Naucalpan, pues asegura que lo único que podrá hacerlo es que se vea cumplido su deseo de justicia en contra del responsable del feminicidio y cuyas indagatorias parecen ir a paso lento.

Y es que el pasado 01 de noviembre, la joven decidió asistir a una fiesta de halloween con una amiga, en la zona alta de Naucalpan, tras salir del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer, ubicado en la Zona Militar Número 1 de Naucalpan, donde hacía su servicio social; sin embargo, nadie sabría que ese anhelo de festejo se convertiría en una pesadilla para quienes la querían.

El cuerpo de Verónica fue hallado un día después, cerca de las 07:30 horas, en un predio aledaño en donde se llevó a cabo la celebración, con signos de asfixia por estrangulamiento, lo cual a simple vista era visible, pues el o la responsable aplicó tanta saña sobre su cuerpo que le fracturó la traquea y le ocasionó varias quemaduras en el rostro, a pesar de que, a decir de su familia, la joven no tenía problemas con nadie y, por el contrario, era una chica ejemplar que estaba por graduarse de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

SE LE ESFUMA LA VIDA

Quien conoce a su madre, Andrea Soto, entiende que, junto con Verónica, se esfumó una parte de su vida y es que, aunque le cuesta trabajo reconocerlo, los proyectos de su hija, los había hecho propios, pues ambas anhelaban que la chica terminara la escuela y comenzara a trabajar para pagarle a su mamá sus estudios para que ella también pudiera desarrollarse, pues deseaban caminar juntas en el deseo de tener una vida mejor.

«Siempre pienso en ella viva, recuerdo su alegría, sus carcajadas, lo que le gustaba comer, me cuesta mucho trabajo pensarla ausente. Ahora no soy ni la sombra de lo que era, me siento vacía y sin un motivo para vivir», relata, entre lágrimas, Andrea.

Y no es para menos, pues Verónica es la segunda de sus hijos, pero era con quien vivía y a quien siempre le platicaba sus sueños, sus proyectos, su vida entera, por lo que asegura que su larga ausencia, solo se podría llenar con el cumplimiento de la promesa de que se haría justicia por su feminicidio.

Sin embargo, a pesar de que Andrea y algunas amigas que han testificado han señalado algunos indicios de quién o quiénes pudieran ser responsables de su crimen, hasta ahora, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) no ha capturado a alguna persona por este hecho, pero lo más grave es que poco se ha avanzado en las indagatorias, pues algunos de los participantes de esa fiesta se han cambiado de domicilio o de número telefónico, lo que ha complicado su localización para hacer que rindan también su declaración, pese a que se aportaron los elementos en tiempo.

Y aunque Andrea Soto ha logrado reunirse con la fiscal central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, quien se comprometió a agilizar las indagatorias, hasta ahora, no ve resultados o que se haya establecido una línea de investigación clara que permita la aprehensión del o la responsable, esto a un año de la tragedia.

«A veces no tengo fuerzas para seguir, me dan ganas de dejar todo así, pero eso no me mantendría tranquila, lo menos que puedo hacer por ella es que se haga justicia y honrar su memoria. Si me muero en el intento, me voy a ir tranquila, sabiendo que hice lo que estuvo en mis manos, pero nada me va a devolver la alegría, la tranquilidad y la paz, mientras siga esta agonía», señala.

A FERNANDA LA ASESINARON EN UNA TIENDA

Andrea no es la única que clama justicia por la muerte de su hija. A tan solo unos kilómetros, Mauricio Sabalza, también lamenta los retrasos en las indagatorias por parte de la Fiscalía mexiquense para dar con el paradero del asesino de su hija Fernanda Sabalza, de 19 años y quien recibió un disparo en la cabeza en la comunidad de los Reyes Ixtacala, en Tlalnepantla, hace cuatro meses.

El feminicidio de Fer, como la conocían sus amigos, ocurrió el pasado 20 de junio, luego de que saliera de su domicilio, ubicado en la colonia El Recreo de Azcapotzalco, para colocarse uñas, pues por la noche vería a su novio. Ese que, en las declaraciones, habría señalado que tenía dos meses de no verla, a pesar de que, un día antes de su muerte, le había regalado un suéter rojo, con el que le había dicho que la quería ver en su cita del siguiente día, pese a que era un día caluroso.

Aunque las indagatorias poco han avanzado, su padre ha logrado encontrar imágenes de lugares aledaños a donde el cuerpo de la joven fue localizado sin vida, en donde se aprecia que Fernanda habría llegado a una tienda, junto con un hombre, a bordo de un vehículo Versa, color blanco y sin placas, en donde habría adquirido algunos productos y, antes de volver a subir al automóvil compacto, este le habría disparado por la parte trasera en la cabeza, para abandonar su cuerpo y, luego, huir del lugar.

EL SUÉTER ROJO, UN SEÑUELO

Su padre asegura que ninguno de los familiares o conocidos de Fernanda identifican al hombre, por lo que se cree que era una persona que pudo conocer la joven minutos antes y que pudo ser enviada por alguien más, por lo que el suéter rojo pudo servir de señuelo para identificarla ese día, pues, posteriormente, se supo que ella enfrentaba patrones de violencia por parte de su entonces pareja sentimental.

Estos avances son los que ha logrado su familia, pues las autoridades estatales habrían reconocido hace unos días retrasos en las investigaciones, pues incluso no habrían podido revisar la sábana de llamadas del celular de Fernanda, puesto que apenas se habrían dado cuenta de que el número telefónico que tenían era erróneo, a decir de su padre.

«Fernanda era mi hija mayor, tenía muchas aspiraciones de acabar la carrera de Pedagogía que estudiaba, pues quería comprar un departamento para ella y su hijo, no quería casarse, pero incluso decía que se quería llevar a su mamá con ella. Ella era alegre, una niña muy tierna y a la que siempre le gustaba ayudar a las personas, así la recuerdo, no se metía con nadie, por eso me da mucha rabia, coraje, que no den con el responsable, no sé qué esperan, que seamos familia de un político o que haya relación en el gobierno para que trabajen; se supone que la justicia debe ser para todos», reclama Mauricio.

VAN 106 FEMINICIDIOS EN 2020

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y septiembre de 2020, se han cometido 106 feminicidios en el Estado de México; sin embargo, en lo que va de este 2020, han sido detenidas y vinculadas a proceso 61 personas por este delito y se han obtenido sentencias de alta penalidad en contra de 31 personas, según la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

De acuerdo con la institución encargada de procurar justicia, en los tres primeros años de la presente administración estatal, la Fiscalía Especializada en Feminicidio, ha logrado que 186 carpetas de investigación hayan sido judicializadas por este ilícito; de las cuales se han detenido a 169 personas, mismas que han sido vinculadas a proceso con medidas cautelares de prisión preventiva.

«En cuanto a sentencias se han obtenido 101 sentencias condenatorias que van desde los 40 a los 70 años de prisión y, en cuatro casos, se obtuvieron sentencias de prisión de por vida», indicó la Fiscalía mexiquense.

Pese al número absoluto de feminicidios que se han cometido en esta entidad, la FGJEM argumentó que el Estado de México se encuentra en el lugar 11 a nivel nacional, con una tasa de feminicidios de 1.10 por cada cien mil habitantes.

VIVEN EL DUELO DE MANERA DISTINTA
Las cifras no se equiparan con el clamor de los padres para que haya justicia en cada asesinato de una mujer por el simple hecho de serlo, por lo que Andrea ha pedido a sus familiares que prendan este domingo una veladora para recordar a Verónica, pero, sobre todo, para pedir que se logre dar con los culpables.

Mauricio, por su parte, ha decidido ir más allá y ha convocado a sus familiares y amigos a marchar este sábado, desde la explanada municipal de Azcapotzalco, hasta la avenida Somex, en Tlalnepantla, para colocar una ofrenda en honor a Fernanda, pedir a las autoridades que aceleren la investigación y elevar el grito de JUSTICIA para Fer y para todas las mujeres que han muerto en el Estado de México.

Vía La Silla Rota / Sharira Abundez.

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