NAUCALPAN.- Hace dos meses Veronica Soto Hernández de 22 años fue asesinada, luego de salir de una fiesta en Naucalpan, y su cuerpo apareció al día siguiente, sin embargo aun no han dado con los culpables y en su investigación y expedientes hay muchas inconsistencias denunció la madre de la chica, la señora Andrea.
Todo comenzó cuando Vero, así es como la llamaban de cariño, acudió el pasado 1 de noviembre del 2019 a realizar su servicio social, en el Hospital militar de la Mujer, pues ella estaba estudiando la carrera de enfermería en la UNAM.
Ella le había dicho a su madre, Doña Andrea , que saliendo del servicio la habían invitado a una fiesta en Naucalpan y que regresaría hasta el día siguiente en la mañana.
La madre narró que ese día en la noche su hija le envió un mensaje, desde el teléfono de su amiga, pidiendole que le pusiera crédito a su teléfono.
Al día siguiente pasaban las horas y Vero no había regresado a su casa por lo que decidió llamarle a au amiga y esta le dijo que no sabía nada, ya que ella no había ido a la fiesta.
La mamá ya preocupada rastreó la dirección de la fiesta en calle San José, frente al número 8, colonia Capulín Soledad, Naucalpan de Juárez, Estado de México.
En ese lugar la chica que organizó la fiesta, y quien hacía algun tiempo habia tenido conflictos con la victima, dijo no saber nada de su paradero, solo que ahí había dejado su bolsa, y su celular pero este ya no tenía chip y faltaban su lentes.
Horas más tarde le avisaron a doña Andrea que su hija había aparecido muerta, a unas cuadras de donde había sido la fiesta y había sido llevada a la SEMEFO de Naucalpan.
Según reporte de la policía esta chica Fue estrangulada con tal brutalidad que le fracturaron la tráquea, incrustándosela en el rostro.
Su cuerpo fue hallado en un terreno baldío, cuadras antes del lugar de la fiesta. Yacía boca abajo con la cabeza de lado, presentaba quemaduras de cigarro en la cara, fuertes golpes en el cuerpo y marcas en las muñecas.
La mamá de Vero manifestó que a partir de ese día ha vivido un viacrucis ya que le fue entregado el cuerpo de su hija pero no ha habido respuesta de quien pudo haber sido el culpable, ni pistas, ni de que la investigación avance.
Indicó que debido a que su condición económica no es estable, pues sobrevive de un un pequeño negocio de tortas en Huxquilucan, y no había podido contratar un abogado para que siguiera el caso de su hija, y hasta hace poco se le asignó uno de oficio.
Doña Andrea argumentó que en el Centro de justicia no ha sido bien atendida y que solo le dan largas y la hacen esperar mucho cuando la citan o cuando van preguntar sobre el avance de la investigación.
Es decir ella siente que el caso de su hija está «parado» ya que tal pareciera que no les interesa seguir investigando sobre el feminicidio de su hija.
Vía Reporteros en Movimiento.