NAUCALPAN.- Basta un simple recorrido por las calles de diferentes colonias para constatar la ineficiencia prevaleciente en uno de los servicios básicos que debería otorgar el municipio, que es la recolección de basura.
Con el correr de los días se van acumulando los desechos afuera de las casas, en esquinas, camellones, parques y jardines, debido a la falta de asistencia por parte de las autoridades en el tema, ya que los propios trabajadores de este sector argumentan que no se les paga ni se les proporciona combustible para realizar la recolección correspondiente.
A escasos tres meses de verse obligada a entregar la administración del municipio, la morenista Patricia Durán ya no siente lo duro, sino lo tupido y ella misma no ve la hora de que termine esta pesadilla que representó su administración al frente de uno de los municipios más importantes de la entidad, una negligente gestión plagada de errores e incapacidad que le impidieron reelegirse, como era su conveniente intención.
Las muestras de inconformidad de los empleados municipales son cada vez más frecuentes, como la reciente manifestación de los trabajadores del DIF municipal que bloquearon el periférico demandando les paguen sus honorarios.
El desprecio mostrado por parte de Patricia Durán a la ciudadanía se hace más evidente en los fraccionamientos residenciales, donde la irresponsable alcaldesa saliente sabe bien que los sufragantes la castigaron otorgando su voto a la oposición representada en alianza por Angélica Moya en las elecciones de junio pasado, donde arrasó la panista, quien tendrá que enfrentar un enorme reto al recibir un municipio saqueado y abandonado, lleno de pendientes, deudas y rezagos que exigirán una rigurosa revisión de la cuenta pública para fincar las responsabilidades correspondientes e iniciará un gobierno austero ante la falta de recursos y los compromisos heredados, por lo que a Naucalpan le esperan tiempos difíciles para tratar de equilibrar el desastre que deja la integrante de una familia de caciques acostumbrados a la impunidad y que al representar a MORENA, difícilmente la investiguen a fondo.
Una lección más para los ciudadanos que se dejan engañar con promesas de cambio, baños de pureza y sueños guajiros.
Vía Horizonte 21.