NAUCALPAN.- Definitivamente que, el caos urbano en Naucalpan centro-San Bartolo- se encuentra totalmente desbordado.
Ahora mismo presentamos un escenario igual, colapsado y de ello mucho tienen que ver con el aumento grosero de ambulantes en la vía pública, y además el cierre de vialidades.
En tan sólo dos meses, desde aquel fallido programa de reordenamiento del pasado 5 de octubre a la fecha, todo creció, todo degeneró, hasta llegar al límite.
Recorrer el corazón de Naucalpan en este instante, en un completo “desmadre” y peor aún, al prácticamente asaltar la calle-cerrarle el paso-al libre tránsito de peatones y automotores.
La continuidad de la Avenida 16 de septiembre, al cruce de vialidad Gustavo Baz, está taponeada, y de ahí hasta el mercado de la cabecera, más de 200 comerciantes tolerados.
De igual manera, aquellos vendedores que se fueron al amparo, y otros ojala y así sea, reubicados parcialmente en las calles Juárez, Morelos, Estacas, Abasolo y Universidad.
A lo anterior y que según no son más de 600 con derechos-San Bartolo- está ocupado, mantiene la aberración urbana completa, incluso, bajo la protección oficial, que sigue cediendo, sigue autorizando, y permitiendo la instalación brutal de cada vez más detallistas.
“A mano ancha”, para conceder a los propios titulares de normatividad y vía pública, al jefe de inspectores, a Federico Bernal y Tomás Soto, ir a “la pepena” y a la crecida del precisamente ambulantaje y el comercio callejero-en la vía pública-
Es de hacer notar que, en estos últimos dos meses- ya decíamos-el incremento es bestial que en diez meses de gobierno- y seguramente parar ello, hay dinero; uno que entra a la tesorería por la concesión y/o privatización de las calles a particulares, y otro que ni siquiera llega a cajas.
Algo sí, queda claro, que en el grave asunto prevalecen demasiados tipos de intereses, que van desde los políticos, económicos, y de “los nuevos cuates; los nuevos amigos, los nuevos compadres y comadres”, en esta alternancia que ya está por alcanzar su primer año, con lo mismo de siempre- la misma corrupción, y “el mismo infierno pero con diferente diablo”.
Por Mario Ruiz Hernández
FUENTE: Vallemex Noticias