NAUCALPAN.- De la industria nocturna en el municipio, claro que estamos a un alto nivel de locura.
Las apertura de casinos, casas de cita, los antros en Ciudad Satélite, La Cúspide, Boulevares y La Florida, además de la zona roja de prostitución en el Toreo de Cuatro Caminos y “El Molinito”, dan cuenta de los exitosos negocios que se tienen aquí en el Naucalpan, “La Ciudad con Vida”.
Las diferentes historias de ilegalidad en cada uno de esos establecimientos, así como las cientos de cantinas, “piquerías y chelerías”, estas últimas cercanas a centros educativos, corroboran la hipótesis, de muchos giros que operar igual, bajo el amparo judicial.
Pero también, y bastante aparte, el funcionamiento de negocios a través de la presumible extorsión, “la cuotas y el renteo” de propias autoridades y grupos delictivos.
Aunado a lo anterior, los justamente negocios en donde el conflicto de intereses es evidente, en el que un importante según número de licencias fueron cedidas y/o negociadas años atrás, a funcionarios municipales y a uno que otro personaje de esos “influyentes”.
En contraparte, y de otros cientos de casos, y que todavía a Un año y diez meses del gobierno de Olvera, sabrá por qué razón prevalece un importante rezago de tal documento.
Sin embargo y quizá lo sea, los constantes fracasos en la mejora regulatoria y simplificación administrativa, además de su “Ventanilla Única”, que lejos de evitar la tramitología, el área continuamente es acusada de actos de corrupción por empresarios del ramo.
Las consecuencias, obvio, una total putrefacción de la dependencia que trae como resultado, una impactante descomposición social y sistemáticas violaciones a la normatividad aplicable.
En ese orden, podemos apreciar en las calles, miles de micros, medianos y grandes negocios, a la vez de cocheras y “changarros” en la zona popular del municipio, impresionante venta de alcoholes y cerveza a todas horas del día sin regulación alguna.
Finalmente y de revisarse a profundidad, los también expendios de “chelerías”, en tianguis comerciales, quienes han hecho de la vía pública una mega cantina, lo mismo en la Ahuizotla, como en Colinas de San Mateo, “El Molinito”, y otras plazas.
Por Mario Ruiz Hernández.