NAUCALPAN.- En una disputa por el control y necesidad de agua, familias del barrio Las Cruces en San Francisco Chimalpa se confrontaron, luego de que mujeres como María Esther Orta Cortés fue señalada por exigir pagos de hasta 58 mil pesos, para permitir la conexión de mangueras.
“Durante años hemos pedido agua potable, y aquí por usos y costumbres el agua la controla un comité que encabeza María Esther Orta Cortés, quien nos obligó a firmar convenios de pago a mi madre por 58 mil pesos, a mi hermana por 14 mil pesos y a mí por una cantidad igual, porque vivimos en el mismo predio, para poder conectar nuestras mangueras, pese a que los usos y costumbres, señalan que el pago es con faenas”, afirmó Norieli Mateos López.
En el barrio Las Cruces, ubicado en el kilómetro 19 de la carretera Naucalpan, Toluca, “por la fuerza quitaron nuestras mangueras , si no pagamos y hoy un grupo de hombres nos rodearon por la fuerza, nos jalonearon, manotearon y metieron mano, en un acto violento”, señaló la mujer, luego de la gresca.
“Pedimos el apoyo de la policía y del gobierno municipal, del alcalde Edgar Olvera, él debe de intervenir porque el agua es un derecho humano, que nos están negando”, afirmó Norieli.
“Somos un grupo de familias del Barrio Las Cruces de San Francisco Chimalpa, que nos sentimos abandonadas, pues durante años hemos solicitado, exigido, pedido, suplicado tener agua y nos la niegan, pese a que estamos dispuestas a labores de faena y al pago de los gastos que sean necesarios, pero no a cubrir cantidades que suenan a negocio de quienes controlan aquí el agua”, reiteraron las mujeres de la familia Mateos López.
Los golpes, jaloneos y ruptura de mangueras se registraron este miércoles, cuando Orta Cortés, volvió a impedir la conexión a estas familias.
El tema del Barrio Las Cruces ya fue tratado en sesión de Cabildo hace un mes, sin embargo ni personal del ayuntamiento, ni la jefa del barrio, el delegado o alguna autoridad del Organismo de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento , han intervenido para hacer cumplir que todos los habitantes “tengamos agua, pese a que es un derecho humano fundamental”.
Tras la gresca “tuvimos que firmar bajo protesta, que pagaríamos 58 mil, 14 mil y 14 pesos, para que nos permitieran conectar nuestras mangueras, pero tememos nuevas agresiones y sobre todo volver a perder el servicio de recibir agua”, señaló Norieli.
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