NAUCALPAN.- Es de madrugada y el oficial Ramírez continúa despierto y alerta dentro de la estación Pino Suárez de la línea 2 del Metro, y aunque pudiera descansar por unos minutos, no lo hace pues unos gritos aterradores se lo impiden.
No se trata de los gritos peculiares de la llorona, estos son más escalofriantes pues parecen venir desde el meritito infierno, antes cada vez que escuchaba los gritos solicitaba apoyo a su base y bajaban a revisar a las vías, pero no había nadie y cada noche se repetía lo mismo, hasta que llegó a la conclusión de que se tratan de almas atrapadas en este mundo por las decisiones tan arrebatadas de quitarse la vida al arrojarse a las vías.
Y es que en estos 50 años del Metro la gente decide terminar con sus problemas saltando al más allá cuando pasa el convoy por encima de su cuerpo, una de las muertes más terribles, pues muchos no mueren luego, luego si no que tardan en minutos de agonía arrepintiendose en el último momento de su decisión.
Los gritos serán eternos y el oficial Ramírez solo le da un trago a su café mientras de fondo se escuchan los lamentos de las almas atrapadas en las vías del Metro.
Vía Cronica Policiaca.
