CDMX.- Veinticuatro horas después de que Abner Leonel, un niño de seis años, muriera ahogado en la alberca del Colegio Williams, autoridades trataron de retomar actividades de un día normal; sin embargo, los padres de la víctima y otros familiares de alumnos impidieron que continuaran las clases.
Los padres se manifestaron en las instalaciones de la escuela, en la calle Empresa, colonia Mixcoac, y cerraron el paso en el cruce de avenida Revolución y Mixcoac en demanda de que autoridades informaran qué provocó la muerte del menor.
A las ocho de la mañana, hora del ingreso a clases, Juan Leonardo, padre del niño que murió, se presentó en la escuela para exigir que el director diera explicaciones de lo sucedido.
Entre llanto, en ocasiones con gritos, detallaba que el lunes por la mañana dejó al niño en el plantel y dos horas más tarde le llamaron para decirle que había sufrido “un percance en la alberca” sin darle mayores detalles.
Después, le dijeron que estaban tratando de reanimarlo y luego que lo habían trasladado al Hospital Materno-Infantil de Contreras, donde los doctores declararon que el menor había perdido la vida.
“No puede ser que sea un día normal, que les valga madre. No entiendo cómo pueden seguir dando clases como si nada, lo único que les interesa es hincharse los bolsillos, esperamos que la gente que estuvo involucrada, desde arriba hasta abajo, pague”, declaró el padre, mientras otros familiares de alumnos intentaban entrar al plantel.
Juan Leonardo sostuvo: “Si ellos no fueron los culpables, ¿qué esconden?”, dijo.
Lorena Álvarez, tía del niño, quien la noche del lunes dio la alerta de lo sucedido en su cuenta de redes sociales, sostuvo que la muerte se debió a negligencia de los profesores, porque los niños estaban solos en la alberca y fue una maestra de español quien lo sacó del agua.
Aunque el pequeño sufría una afección cardiaca, su padre dijo que su salud era buena y estaba sometido a tratamiento.
De acuerdo con la familia, los compañeros del menor dijeron que los instructores les pidieron decir que Abner se había desmayado.
Tras el anuncio de la Fiscalía local de que inició una investigación sobre las causas de la muerte del niño, la Secretaría de Educación Pública anunció en su cuenta de Twitter que revisaría los protocolos del colegio.
A su vez, el colegio, que por la mañana cerró sus cuentas de redes, por la tarde anunció, vía Twitter, que decretaba un periodo de duelo de tres días, en el cual se suspenderían las actividades y añadió que estaba en contacto con las autoridades para contribuir a las investigaciones.
Este miércoles 9 de noviembre, las cenizas del pequeño Abner fueron entregadas a sus familiares.
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