NAUCALPAN.- Al cumplirse el Año y 11 meses de mandato de Olvera, el nivel de violencia callejera continúa y de manera sumamente grave, los índices delictivos lamentablemente no bajan, y lo mismo el robo de autos, de llantas, a traseúntes, a cuentahabientes y el transporte público de pasajeros están espectaculares.
Los días por venir «Diciembre» el mes de los mayores riesgos de ser asaltados y en el mejor de los casos y por mucho, el tampoco perder la vida a causa de la delincuencia.
En el actual gobierno de Olvera y aun mes de llegar a los dos años de gestión, registramos los 294 homicidios dolosos en el “Naucalpan, la Ciudad con Vida”, seguramente, culminaremos este 2017 por arriba de los 300 asesinatos en nuestras calles; ya sea por “ajustes de cuentas”, resistirse algún asalto, una bronca o “así de huevos”.
Lo anterior, nos comunica también, del delicado asunto de que nuestro municipio alcanzó un crecimiento notable de armamento, gran parte de la sociedad ya porta una justamente arma de fuego, de los estadísticos que registramos de homicidios, el 95 por ciento de los decesos violentos son a causa de un arma de fuego con escenas verdaderamente trágicas.
Aquí, las personas son asesinadas en una pozolería, taquería, centros comerciales, al salir del antro, en la combi y/o micro o afuera de una sucursal bancaria, en plena calle y en un coche, así también, en propios hogares lo mismo en fraccionamientos residenciales que en colonias populares, incluso en una motoneta en persecución.
Por otra parte, bastantes hallazgos de cadáveres en bolsas negras, otros tirados en un monte, en los arbustos de un bosque y cerca de un río, hablan de lo escalofriante del delito.
Naucalpan es ubicado en un municipio corredor de tráfico de armas y en el que las ventas están a la orden del día en colonias de esas de mayor violencia y en el que los grupos disputan los territorios.
Las consecuencias, cotidianamente las vivimos, además de ser un cáncer que está terminando con la paz y el bienestar social, que bien o mal, mucho o poco, aún conserva nuestra sociedad.
Es momento de reflexionar de la magnitud del crimen que nos asiste, y dejemos ya de barrabasadas si el delito es del fuero federal, o le corresponde al estado, es de actuar todos juntos para que Naucalpan no se transforme radicalmente en una demarcación ocupada.
Por Mario Ruiz Hernández.