NAUCALPAN.- Del prometedor destino y después al fracaso del “gobierno separatista de Olvera”, ni duda hay de que los resultados son aterradores.
Más aún y todavía, los altos niveles decirlo como es, de distintos supuestos de corrupción oficial, desde tesorería y el Organismo operador del agua (Oapas), que hoy ya tiene en la calle a su ex-titular, Francisco Santos.
Los casos en ambas dependencias son reales, los contratos adjudicados a presumibles amigos, despachos externos para el cobro de gravámenes y las pretendidos procesos de concesión de los servicios públicos municipales, entre otros, sustentan sencillamente que aquí vinieron muchos funcionarios a hacer negocios.
Así de fácil y en la justa medianía de perder la gran oportunidad de trabajar con pasión, amor, honestidad y tener el más alto privilegio de servir a Naucalpan, juro que, se lo están acabando.
Sin lugar, que no hay día que se comunique de uno y sistemáticos actos deshonestos, que la policía, que personal de tesorería está pasado con singular alegría “la charola, pegándole a todo lo que se mueva en los diferentes tipos de precisamente negocios.
La supuesta desregulación y simplificación administrativa basada según en el “entre”, sostiene un completo rezago en la actualización y las nuevas licencias de funcionamiento impresionante.
Demasiados propietarios de la industria del entretenimiento; salones de fiesta, micros y macros antros, llevan meses intentando y “quién sabe por qué”, tener todo en regla, no obstante a que también muchos funcionan ante la ilegalidad y falta de un friego de requerimientos.
En este poco más de medio mandato de Olvera, la crisis interna en el gobierno ha recrudecido la situación, a grado tal que cada quien está “jalando por su lado”, sin importarles Naucalpan.
La falta de control político decíamos en la gerencia, llegó a su más alto nivel de indisciplina y lo peor, que más de uno anda en la búsqueda de un cargo de elección popular al 2018.
Los recursos públicos, claro que de alguna manera se están moviendo; los conflictos de intereses, las adjudicaciones de presumibles contratos a amigos del edil, tesorería y del titular del Oapas, nos indican lo sustancialmente grave.
La contratación de empresas privadas para el cobro del predio; los proyectos a concesión de entre ellos, parquímetros, alumbrado municipal, el tiradero de Rincón verde, y la pretendida proyección de modificación del suelo urbano e indistintos planes parciales de incorporación territorial, mantienen la trascendental expectativa enfocada a los negocios.
Últimamente, los según “vicios ocultos” en las obras y en otras construcciones menores, han documentado de una serie de actos presuntamente de fraude en el saneamiento del Río Hondo.
Finalmente, dejar las cosas con la total transparencia que se requiere y de ser necesario y en un acto de rendición de cuentas, el aplicar las auditorias necesarias a proveedores y prestadores de servicios, y dilucidar quién son; de dónde vienen, el costo-beneficio, adjudicaciones, licitaciones y otras indagatorias.
Por Mario Ruiz Hernández
