NAUCALPAN.- Aunque la presumían en la explanada del palacio municipal desde el pasado enero de 2015, la administración de Naucalpan nomás no había terminado de liquidar el pago de una estatua de Benito Juárez. Y como no sólo de arte vive el hombre, el autor de la obra pide que, si no se la pagan, se la regresen… ya al menos la pondrá de centro de mesa o la venderá por kilo.
Cabe destacar que fue la anterior administración, la del ex alcalde David Sánchez Guevara, la que se aventó el chistecito de pedir y no pagar. Sin embargo, Ricardo Ponzanelli (autor de la estatua de más de 6 metros) se ha acercado en diferentes ocasiones para solicitar el resto del pago, “pero por siete meses nos han traído en puras vueltas e incluso me pidieron comprobar que la escultura es de mi padre”, señala Gabriela Ponzanelli, hija del escultor.
Ante la quemadota con la banda, el secretario del Ayuntamiento de Naucalpan, Horacio Jiménez, dio a conocer un comunicado en el que se aclara que el asunto se resolverá como se debe… ¡Ahhh, qué bien!, ¿le van a terminar de pagar por su chamba y tiempo invertido?, ehhh no precisamente: “se le ha notificado que la administración no tiene la capacidad económica para hacerlo, por lo que la obra será regresada, una vez que presente una carta poder notariada donde el escultor autorice la entrega y así el gobierno tenga la certeza de estar realizando un acto jurídicamente valido”.
La entrega de una carta notariada para que se haga la devolución del Benemérito de las Américas tamaño familiar, se debe a que las autoridades alegan que todo el relajo lo ha armado la hija del escultor. Por ello, deben estar seguros que Ricardo Ponzanelli es el que realmente desea la devolución de su obra… o a ver si no se las quiere dejar un ratito más, pues ya de cuates.
“Si bien es cierto que es su hija nosotros no tenemos la capacidad de saber si existe la voluntad de su padre y si él es quien le otorgó la representación en este caso, en cualquier situación de orden jurídico para poderle entregar algo tenemos que acreditar el acto”,
señala el comunicado de Jiménez, quien asegura que desde que comenzó la actual administración se le comentó a Gabriela Ponzanelli que no contaban con la capacidad económica para la obra de su padre… Ella fue la que intentó negociar un precio y, ahora, la devolución de la estatua. “Pero si es él quien se presenta a reclamar la escultura sería más fácil el proceso”.
La obra en cuestión está valuada en más de 2.5 millones de pesos… a ver si al menos le ponen lo del flete.