NAUCALPAN.- Mientras que, en el Naucalpan centro-San Bartolo-el amplio espacio público se convirtió en una “Zona Cero”, derivado de la alta incidencia delictiva y del más elevado crecimiento del ambulantaje.
Por otra parte, la periferia de otros sitios públicos, esos del libre tránsito, el prácticamente comercio en la vía pública día a día ha venido devorando las calles, tanto en Ciudad Satélite, Fuentes de Satélite, y Lomas Verdes, como en las inmediaciones del Mercado del Molinito y “El Toreo”.
Los “viejos vicios, las presumible cuotas fijadas a vendedores de vía pública, tolerados y no,” continúan así como si nada pasara, al permitir la concesión y/o privatización de las calles a particulares y “legitimar” derechos.
Del tema, que más descubrir que de lo que ya todos saben, y de qué manera se las gastan para aflojar los permisos a uno y más líderes de ambulantes y sus modalidades.
Quizá el asunto tampoco sea nuevo-ni el querer pretender descubrir el hilo negro- “aquí el pedo”, radica en que de un color y transitar a otro en el gobierno, “es la misma gata”.
El problema ahora, de muchos que arrastra la gerencia de Olvera, entre el aumento sistemático del crimen y la violencia, así como del comercio informal, además es el acoso fiscal.
Evidentemente que en una supuesta hacienda en quiebra, lo natural es por un lado, el intentar “sacar dinero hasta debajo de las piedras, y por el otro, implementar un plan de austeridad.
A lo anterior creo, que nadie; digo, alcalde, síndicos y regidores, a la vez de funcionario públicos del primer nivel estén dispuestos a hacerlo, cuando para sin números de personas, el llegar al poder fue algo así a modo, de sacarse la lotería sin comprar el billete, y retamos ver los perfiles.
Bajo este escenario, en que Olvera igual no avanza, no reconstruye, no jala los hilos conductores de su plural gobierno (Panista, Priístas, Perredistas y “los cuates”), en que aún y todavía soportar “las grillas y chismes de todos contra todos”, esto está de mal en peor.
Un gobierno fallido sí; un gobierno distante con la ciudadanía sí, un gobierno sin eficacia y sin resultados sí, un gobierno de simpáticas ocurrencias sí, un gobierno de familias y familiares sí.
Un gobierno que incrementó en más del 60 por ciento comerciantes callejeros sí, un “cabildo mediocre” sí, una comuna edilicia dividida y aguantando “el fuego amigo” sí, y qué poder esperar los dos años entrantes, cuando en éste, se les olvidó en diez meses a qué vinieron.
Finalmente, la imagen pública desgastada, los errores; las frivolidades y “El Albertano Olvera”, cuando el municipio está completamente teñido de rojo justamente por el crimen y el desencanto ciudadano es brutal.
Por Mario Ruiz Hernández
FUENTE: Facebook Vallemex Noticias